Alberto y Liliana Gamboa lideran una congregación de cerca de 30 miembros. Cuentan con clases de apoyo escolar y actividades especiales según las edades y género. Un repaso por los procesos de adaptación, fe y milagros que el matrimonio experimentó.
Por Isaías Esquenazi
La Iglesia Cristiana Vida, que está en proceso de simplificar su denominación a Iglesia Vida, cumplirá en marzo 4 años de servicio, vocación y amor a las familias del barrio Néstor Kirchner y alrededores, ubicado en el extremo sur de Posadas, Misiones, cerca del Bypass (Ruta Nacional 12). La congregación cuenta con alrededor de 30 miembros, quienes participan de las distintas actividades que allí se realizan, ya sea para niños, jóvenes, mujeres y hombres. Sus pastores son Alberto y Liliana Gamboa, quienes en una entrevista exclusiva con Diario Encuentro, compartieron sus experiencias respecto a los procesos de adaptación, fe y milagros que viven.



Alberto y Liliana iniciaron su camino como pastores en octubre de 2019 en el barrio Giovinazzo, luego de haber colaborado durante cinco años con Marta Báez (ya fallecida) en el proceso de nacimiento y crecimiento de la iglesia El Palacio del Rey en Itaembé Miní. Una vez seguros de su llamado, y participando de células y del grupo de Adoración en el Templo Feliz Encuentro, además de realizar los estudios correspondientes al Instituto de Educación Teológica por Extensión (IETE), los pastores Carlos y Cristel Sokoluk los invitaron a participar del grupo de Plantación de Iglesias, a mentorearlos y apoyarlos intencionalmente para la obra.
La decisión de comenzar a pastorear una congregación llegó en una noche de Santa Cena, en Feliz Encuentro, en la que Dios confrontó el corazón de Alberto por ir hacia algo más. La confirmación del barrio se dio posterior a una visita del matrimonio a diferentes hogares de la zona, entre ellos, el de una madre que tenía encerrado a su hijo debido a su condición mental alterada y de violencia. Tras salir de ese encuentro y de recorrer el barrio por completo, el matrimonio quebró en llanto y entendió que ése era el lugar indicado.
Ofrenda divina
“Al inicio trabajábamos en un espacio verde y público con dos familias de adultos”, comentaron los pastores. “Habíamos dicho que no queríamos enfocarnos en niños particularmente, y al final terminamos con 60 de ellos”, mencionaron entre risas. “La tarea con los más chicos fue muy buena que luego atraía a sus padres. Todo iba bien hasta la pandemia, allí se cortó nuestro trabajo y nos frenó bastante”, relató Alberto.
El trabajar en un espacio abierto que depende completamente de las condiciones climáticas y encuentros barriales, sumado a la llegada del Covid-19, impulsó a los pastores a orar intencionalmente por un lugar propio.
“Hacía un tiempo veníamos orando por un lugar. Nos habían prestado una biblioteca que por la cuarentena tuvo que cerrarse, y únicamente nos quedó hacer visitas en las casas”, contó Lily. “De a poquito la cuarentena se fue levantando, pero la gente no iba más a la cancha. Ahí quedamos prácticamente en nada, en solo visitar algunas familias con las que manteníamos el contacto. Y fue frustrante, porque habíamos llegado a tener 20 personas”, señaló.

La respuesta de Dios llegó en marzo del 2021, mediante una conversación telefónica con Carlos Gregorio, quién se congregaba en el Templo Feliz Encuentro y estaba interesado en alquilar un espacio en el barrio Néstor Kirchner. “Nos preguntó para qué era y le contamos que se trataba de un iglesia anexo del Feliz Encuentro. Y ahí surgió en su corazón, obviamente Dios estuvo en el tema, de ofrendarnos el lugar. Así comenzó nuestro trabajo en este barrio”, manifestó Alberto.

El barrio Néstor Kirchner se encuentra en las afueras de Posadas, en el extremo sur y muy cerca del Bypass Arco-Garita (ruta nacional 12), tal como se observa en el mapa. Pero, para llegar a la Iglesia Vida, desde cualquier lugar de la ciudad, se puede transitar por arterias totalmente asfaltadas hasta casi el lugar donde funciona y se construye el nuevo templo.
El predio contaba con una casa sin habitar, que posteriormente fue refaccionada. Los pastores Roberto Padilla, de la Iglesia Evangélica, y Carlos Sokoluk, del Templo Feliz Encuentro, apoyaron la obra y reforzaron el espacio con la donación de columnas, chapas y materiales de aislación.

“En todo este proceso hubieron varios momentos donde llegué a pensar: Señor te equivocaste, yo tenía razón… Pero Él aumentó mi fe, renovó mi llamado, mis fuerzas y me inyectó convicción para continuar el camino”, expresó Alberto.
“Comprobé que Dios responde de la manera y con las personas que uno menos espera”.
Por su parte, Lily expuso: “Fueron meses duros y obviamente hubieron dudas y replanteos; pero siempre creímos en que si el Señor llamó, Él va a responder, de alguna u otra forma lo va a hacer.
“Nosotros sentimos que perdíamos, pero en realidad estábamos ganando.”
Pasos iniciales
La primera visita al predio incluyó orden y limpieza. Desde los inicios de la iglesia, el matrimonio Gamboa contó con el apoyo y acompañamiento de servidores y hermanos en Cristo.
“Gracias a Dios tuvimos personas que nos ayudaron mucho desde los inicios. Empezamos con evangelismo y la visita casa por casa para que nos conozcan”, dijo Alberto. Y recordó: “Fue duro. En el Giovinazzo ya teníamos familias, pero a muchas de ellas se les complicaba venir por cuestiones económicas o de traslado”.
Poco a poco, Dios abrió puertas y añadió a los nuevos integrantes a la familia de Iglesia Vida. Ante esto, Lily señaló: “Únicamente fue el Señor. Él llama, es fiel y responde. Nosotros no hicimos nada, nuestra parte fue lo humano y Él hizo lo sobrenatural”.
Cambio de estrategia
Los primeros en llegar fueron los niños. Desde la iglesia decidieron brindar clases de apoyo escolar dos veces a la semana, lo cual facilitó el vínculo con las familias de la zona.
“Creo que la clave fue cambiar la estrategia o forma de vincularse con la comunidad. Uno está acostumbrado al evangelismo casa por casa, que es lo que hicimos al comienzo, pero no nos daba frutos. En cambio las clases de apoyo permitieron que los padres se acercaran y nos conocieran”, contó Lily.


Tiempo después, las clases de apoyo se vincularon con el Consejo General de Educación de la provincia. Una foto donde se veía a los chicos utilizar unas ruedas de tractor como pupitre, llegó hasta las oficinas del Consejo. Y fue allí que desde el organismo decidieron visitar el predio de la iglesia y donar pupitres con 20 sillas.
Sentar bases
“Los años anteriores vimos a Dios en todos los detalles. Hoy en día, entendemos que esta temporada es para sentar bases y prepararnos para todo lo que viene por delante”, indicó Alberto.
En el 2023, la iglesia realizó un programa de lectura bíblica anual que lo replicó al año siguiente. Según sus pastores, el crecimiento en la congregación fue visible tanto en conocimiento de la Palabra como en decisiones. Para este 2025, el objetivo es continuar con la lectura y estudio de un material que ofrece un cuaderno por cada libro de la Biblia.
“Esto nos desafía a leer dos capítulos por día, acompañado por un audio de guía y reflexión por parte del liderazgo de la Iglesia. La idea es leer toda la Biblia en un año, pero ya con un desarrollo más intencional en la toma de decisiones”, manifestó el pastor.
Miembros y actividades ministeriales
De la Iglesia Vida forman parte entre 25 y 30 miembros estables. Cuentan con reuniones de oración todos los jueves, y Escuela Bíblica, reunión de jóvenes y cultos los sábados. Para este año, proyectan abrir un nuevo servicio los domingos.
Además, funcionan células en las casas y tanto los niños, como mujeres y hombres, tienen sus actividades especiales durante el año. Cabe destacar la participación de un equipo de adoración fijo, que incluye tecladista, guitarrista y tres voces.




“Nuestro máximo número fue 60. De todos modos, entendimos que nuestro corazón no está en las cifras, sino en que crezcan los que están para que después se de el crecimiento mayor”, apuntó el matrimonio.
Testimonios sobrenaturales
Respecto a testimonios o hechos sobrenaturales que ocurrieron en estos años, Alberto destacó la transformación integral en las familias. De pronto un grupo de personas que comienza a asistir a los servicios, se determina a tomar decisiones y experimentar cambios trascendentales en sus vidas, como por ejemplo vinculados al alcohol, violencia y drogas.
Asimismo, Lily compartió las vivencias de una niña de 12 años que había sido discipulada anteriormente en el barrio Giovinazzo.
“Una vez esta niña llamada Pamela nos llamó y nos dijo: “Hola pastores, conseguí su teléfono, no sé si se acuerdan de mí. Mi mamá está en depresión y yo se que solo Dios puede sacarla de esto”, contó la pastora. El matrimonio Gamboa identificaba que el trabajo con los niños no había sido en vano, que los frutos de invertir en las nuevas generaciones se volvían palpables.
“La hermana de esta niña se había suicidado y la familia estaba pasando por un mal momento. La situación nos llevó de vuelta a ese barrio, y hoy toda la familia está viniendo fielmente al Señor. Pudimos ver como Dios sopló aliento de vida y esperanza donde no había nada. Pamela y una de sus hermanas ya se bautizaron, y en la próxima cita, lo harán su madre y su otra hermana”, resaltó Lily.

Otros de los acontecimientos a subrayar fue el milagro que experimentó un joven con temblor. La madre del chico aseguró que dicho estado lo había acompañado desde la niñez y que no había ningún parte médico que indicara que se tratara de una enfermedad. Según apuntaron los pastores, el joven fue libre de esa afección y hoy es uno de los miembros más fieles e intencionales en compartir a otros su testimonio.
Principales desafíos
Ante la pregunta de cuáles son los principales desafíos en la tarea diaria de cuidar, amar y velar por el bienestar de las personas, Alberto y Liliana mencionaron:
-Comprender que la permanencia y muchas de las decisiones que sus discípulos toman se da bajo un trato personal de Dios con ellos, y que no necesariamente se origina a causa de algún paso en falso que ellos hayan dado como pastores;
-Caminar constantemente en una actitud de consejería y compañía en situaciones complejas, requiriendo sabiduría, visión clara y enfoque de parte de Dios.


“Nuestra oración es cuidar nuestro corazón y no desviarnos de lo que Dios nos llamó. Que siempre estemos alineados al Padre y permanecer en lo que Él quiere hacer.”
Próximos cuatro años
Entendiendo lo que representa una iglesia en un barrio fuera del casco central de Posadas, donde muchas personas no tienen la posibilidad de ir a una, Alberto manifestó: “Nos vemos creciendo, obviamente. En nuestro corazón está la multiplicación, no sólo en el lugar sino también hacia afuera. El formar y enviar a otros”. Y añadió: “Y lógicamente nos vemos acá, pero también estamos abiertos a lo que Dios guíe”.
Por otro lado, en términos de infraestructura, los pastores anhelan poder concretar el techado en casi la mitad del terreno, y cerrarlo por completo, lo que comprendería una extensión de 10×30 metros en total. Así también, la construcción de aulas, baño y oficina.
“Queremos agradecer a Dios por todos estos años que fueron revolucionarios para nuestras vidas. Y a todas las personas valiosas que fueron columnas en este proceso, levantando nuestros brazos y acompañándonos. Gracias a ellos, y con el favor del Padre, seguimos en camino”, concluyó el matrimonio.
Imagenes: @iglesiacristiana.vida