El pastor Zebadías Escobar predicó sobre la crisis económica actual de Argentina, y tras explicar que siempre hubo momentos de abundancia y otros de escasez en la historia de la humanidad, sostuvo que “lo más importante es que en tiempos críticos podemos salir adelante con la sencillez de la fe y tomados de la mano del Señor”.
Leer Mas: El pastor Zebadías: “Enfrentemos esta crisis económica tomados de la mano del Señor”“Tenemos allí un árbol que nos va a ayudar a visualizar, no sólo lo que es el mes -es decir los primeros 15 días con todas las hojas, lleno de follajes, y los otros 15 días totalmente seco- sino toda la vida”, dijo, tras lo cual indicó que “la vida tiene que ver con temporadas en que las cosas van bien, donde hay abundancia, hay paz, en fin, las cosas están bien en lo económico, pero hay otras que no, porque son momentos de escasez, porque así como hay cuestiones cíclicas en todas las cosas, la economía también tiene sus ciclos de sube y baja”.
El pastor explicó que “las crisis, a lo largo de la historia, han estado presentes en todas las sociedades; en todas las cuestiones donde estuvo el ser humano han habido épocas críticas. Hay temporadas con buenos follajes, en que la economía estuvo verde y todo fue abundancia. Y otras temporadas donde hubo crisis, y algunas muy severas”.
Los momentos malos son los más visibles
El pastor Escobar resaltó reiteradamente, para que no queden dudas, que a través de la historia la humanidad siempre tuvo momentos de paz y prosperidad y momentos de crisis y dificultades.
En esa línea, explicó bíblicamente que “en Génesis se narra que en Egipto hubo 7 años de superabundancia y 7 años de extrema escasez. En Jeremías 14:1 se menciona la sequía. Amós 1:1 da cuenta de un terremoto”.
“Después vemos en Hechos 11.27-28, que en aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía, y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio”, leyó el pastor en la Biblia.
Con respecto a momentos más cercanos, y concretamente en Argentina, Escobar relató “que los que ya tenemos algunos años encima, podemos decir que hemos vivido de todo un poco. Por ejemplo, mi primer registro en la memoria fue una propaganda en la radio de un Banco que ofrecía el 11% anual de interés en los plazos fijos. Pero rápidamente vino la Inflación, después la hiperinflación. Y enseguida el famoso colchón, el dólar, subió un 700 %. Me acuerdo que yo viajé a Buenos Aires con 50 pesos, y para volver ya necesitaba 450 pesos”.
“La circular 1050 del Banco Central de la República Argentina –añadió-, llevó a la quiebra a más de uno. Después tuvimos deflación, dolarización, sequías, inundaciones, terremotos, incendios… y a todas esas situaciones, excepto los que murieron, hemos logrado sobrevivir”.
“Vemos así –clarificó- que la historia del hombre es una sucesión de realidades buenas y malas. Es decir, vamos a encontrar momentos de paz, abundancia y tranquilidad. Pero también tiempos de sequías, terremotos, hambrunas, pestes, guerras, mortandad. Lo que pasa es que los hechos malos siempre son más visibles que los buenas”.
La vida es como un electrocardiograma

Con otro gráfico, esta vez el de un electrocardiograma, explicó que la historia es como la representación visual de la actividad eléctrica del corazón en un función del tiempo: cuando la línea tiene altibajos, es lo normal, pero si fuese una línea horizontal, recta, quiere decir que la persona ya no está más, murió”.
También indicó que “a veces la Biblia explica la razón, las causas, por la cual aconteció tal o cual cosa, como ser la desobediencia, el pecado. Pero otras veces no hay ninguna razón aparente, como por ejemplo el caso de Egipto en los días de José”.
La crisis se enfrenta con la sencillez de la fe
Tras narrar los momentos de abundancia y de escasez, es decir de los altibajos en el tiempo desde la Creación, Zebadías dijo que “lo que quiero destacar, con todas esas referencias que hice, es que ya hemos pasado y sobrevivido a muchísimas recesiones, y ahora podemos decir que una vez más estamos en otra de las tantas crisis en Argentina”.
“El tema es cuál debe ser mi actitud frente a las crisis. Por eso decidimos iniciar hoy una serie de reflexiones en la Palabra para saber cómo hacer frente esta situación económica critica que nos afecta”, explicó.
En tal sentido, subrayó que “ante una situación así tenemos que tener una postura no fatalista, como por ejemplo decir, ’esto nos pasa por ser argentinos’, o ’ésto es Argentina’, y mirar a los países vecinos y decir ’mirá qué bien que les va a ellos y a nosotros no’. Pero no tiene que ser así nuestra actitud”.
La crisis se enfrenta con la sencillez de la fe. Queremos enfrentar las crisis. ¿Pero cómo? Con su palabra. Debemos aprender a manejarnos así, en las buenas y en las malas. Voy a crecer en mi fe. Y los argentinos conocemos muy bien lo que es crisis económica, ya es parte de nuestra vida, pero son oportunidades para crecer en la fe. Dios dice que es tu proveedor, y por eso Él te proveerá, porque si tenemos fe Dios nos respalda”. Él va a cuidar de nosotros. No va a dejar que la crisis nos robe la paz, pero siempre tenemos que depositar nuestra confianza en la fidelidad de Dios y no dejar que el temor al futuro nos robe la paz, la tranquilidad”.

“Debemos estar confiados, salir de nuestra realidad y ver a Dios”
“Todo el tiempo escuchamos noticias que argentina está a punto de explotar, que ya somos Venezuela, pero nosotros debemos estar confiados, salir de nuestra realidad y ver a Dios’’, enseñó el pastor Zebadía.
Indicó que “Job estaba ligando por todos lados. Y Dios le dijo que abra los ojos y contemplara todo. Y en su momento Jesús les dijo a sus seguidores: si tuvieran fe como un grano de mostaza, le dirán a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada les será imposible (Mateo 17:20)”.
“Generalmente no conocemos el grano de mostaza, y la Biblia indica que es la más pequeña de las semillas, pero se convierte en la más grande de las hortalizas. Y esa hortaliza se transforma en un árbol que aloja a los nidos de los pájaros. Lo que la Biblia quiere enseñarnos no es botánica sino la esencia de la fe, que desarrollemos la convicción que Dios está por encima de las circunstancias”, explicó Escobar.
Indicó que Salmos 46:1-3 “nos dice que ‘Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones, Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza’. Job estaba preocupado por la dificilísima situación que estaba atravesando pero Dios no le explicó nada. Lo condujo a visibilizar la grandeza de su poder. Por eso debemos depositar nuestra confianza en la fidelidad de Dios y no dejar que el temor al futuro nos robe la paz.
“El salmista la tenía clara: “Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento” (Salmo 23.4).

“Jesús nos enseña a confiar: ‘Por lo tanto les digo: No se preocupen por su vida, ni por qué comerán o qué beberán; ni con qué cubrirán su cuerpo. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, y el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que ellas? ¿Y quién de ustedes, por mucho que lo intente, puede añadir medio metro a su estatura? ¿Y por qué se preocupan por el vestido? Observen cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan,y aun así ni el mismo Salomón, con toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se echa en el horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe? Por lo tanto, no se preocupen ni se pregunten: “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?” Porque la gente anda tras todo esto, pero su Padre celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas. Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas’” (Mateo 6)
El pastor también se refirió a 1 Timoteo 6:8 y a los Salmos 23 y 46 para indicar cuál debe ser nuestra actitud ante las dificultades, como la que estamos atravesando hoy los argentinos, debido a la crisis económica.

¿De qué se trata la Santa Cena?
A continuación transcribimos una explicación dada por el pastor Zebadías Escobar a DIARIO ENCUENTRO:
En nuestra iglesia periódicamente participamos de la santa cena, que es una celebración que tiene un significado bíblico muy valioso para nosotros. A partir del bautismo cada vez que servimos la mesa del Señor se puede experimentar y disfrutar de este beneficio del cual participamos lo que somos parte del cuerpo de Cristo, que es la iglesia.
Veamos lo que la palabra de Dios nos dice:
“Yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado a ustedes: Que la noche que fue entregado, el Señor Jesús tomó pan, y que luego de dar gracias, lo partió y dijo: «Tomen y coman. Esto es mi cuerpo, que por ustedes es partido; hagan esto en mi memoria» Asimismo, después de cenar tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que la beban, en mi memoria.» Por lo tanto, siempre que coman este pan, y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor, hasta que él venga. Así que cualquiera que coma este pan o beba esta copa del Señor de manera indigna, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, cada uno de ustedes debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y de beber de la copa. Porque el que come y bebe de manera indigna, y sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe para su propio castigo. Por eso hay entre ustedes muchos enfermos y debilitados, y muchos han muerto. Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados” (1 de Corintio 23-31).
Tiene su origen en un milagro
La Pascua es una fiesta judía en la que se celebra la liberación del pueblo de Dios de la esclavitud. Dios interviene en sus vidas e historia liberándolos de manera milagrosa.
La Biblia relata que la única manera de ser libres del pecado y sus consecuencias es creyendo por fe en la obra de Cristo Jesús en la cruz del calvario.
Es una celebración en memoria de Cristo
Al comer el pan y tomar la copa recordamos lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz.
No es el cuerpo, ni es la sangre literalmente, sino que esta celebración es en memoria de su sacrificio.
El pan
“El Señor Jesús tomó pan, que luego de dar gracias, lo partió y dijo: ‘Tomen y coman. Esto es mi cuerpo, que por ustedes es partido; hagan esto en mi memoria’”.
Representa su cuerpo:
- Condenado por nuestros pecados herido por nuestros
- Isaías 53:5 “Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados”.
La Copa
“Después de cenar tomó la copa y dijo: ‘Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que la beban, en mi memoria’”
Representa su sangre:
- El pacto es que Dios perdona pecados al que por fe se acerca a Jesús.
- Romanos 3.25 “a quien Dios puso como sacrificio de expiación por medio de la fe en su sangre. Esto lo hizo Dios para manifestar su justicia, pues en su paciencia ha pasado por alto los pecados pasados”.
¿Cuál es la actitud que debemos tener para participar de la santa cena?
“Cada uno de ustedes debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y de beber de la copa”
La santa cena es nuestra oportunidad para examinarnos
Lo que Dios nos ha dado es tan grande que no podemos perderlo, ni desperdiciarlo. Lo que valoramos lo cuidamos, de la misma manera para revisar nuestro estado espiritual debemos antes de participar examinarnos.
Si hay cosas que arreglar debemos arreglarlas
Cuando en nuestras vidas hay cosas que no están bien, el peligro es acostumbrarnos, normalizar y seguir, pero tarde o temprano siempre vemos los malos resultados.
La propuesta de la santa cena es arreglarlo, resolverlo y vivir mejor. La santa cena es nuestra oportunidad para resolver lo que debe ser resuelto.
En nuestra relación con Dios.
En nuestra relación con otros.
“Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados”
¿Quiénes deben participar?
Los que están bautizados.
Los que se han examinados.