Así como tuvo compasión por Nínive, Dios quiere la salvación para Posadas, Garupá y Virasoro

En la prédica del fin de semana pasado, el pastor Carlos Sokoluk hizo una analogía entre la antigua ciudad de Nínive y los barrios de Posadas, Garupá y Virasoro (Corrientes), donde miembros de la iglesia Feliz Encuentro recorrerán sus calles, casas y plazas para llevarles a sus habitantes el mensaje de salvación de Jesús, en el marco del plan evangelístico “Hasta lo último de mi Tierra”. Dios “no es Dios solamente de algunos sino que es Dios de toda la humanidad”, y desea “que todos sean salvos”, porque “de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito” para que todos los que crean en él sean salvos, resaltó el pastor.

Nínive fue una antigua ciudad muy grande y poderosa de la Mesopotamia y capital del imperio de Asiria. Terminó destruida en el año 612 a.C., y estuvo ubicada en el lugar donde actualmente se encuentra Mosul (Irak).

La Biblia relata que los habitantes de Nínive fueron muy pecadores y por eso Dios le ordenó al profeta Jonás que fuera a profetizar en su contra, pero éste desobedeció y huyó en dirección contraria, subiéndose a un barco. Como Dios generó una gran tempestad, la nave estuvo a punto de partirse y naufragar, hasta que finalmente el propio Jonás reconoció que era por su culpa y tras pedirle a los marineros, fue arrojado al mar, donde lo tragó un gran pez que finalmente lo vomitó en la costa de Nínive.

Fue recién entonces que Jonás decidió obedecer a Dios, y cuando lo hizo les profetizó a a los ninivitas que la ciudad iba a ser destruida en 40 días.

Sin embargo, todos sus habitantes, desde el rey para abajo, se arrepintieron y clamaron tanto, que Dios “se arrepintió del mal que había dicho (a través de Jonás) que les haría”, y por eso no destruyó a Nínive.

Podemos escuchar aquí la prédica completa del pastor Carlos Sokoluk.

La misericordia de Dios con los arrepentidos

La prédica del pastor Carlos Sokoluk se basó principalmente en el libro de Jonás, más precisamente en los versículos del 3 al 10 del capítulo 3, donde finalmente se destaca la misericordia de Dios con los ninivitas después de que se arrepintieran de sus pecados, razón por la cual en ese momento decidió no destruir su ciudad.

“Puede pasar que en la actualidad haya creyentes que creen que Dios mira con satisfacción, con buenos ojos a los santos evangélicos, y a los del mundo no, y como no podemos poner palabras groseras en la boca de Dios, es como que algunos dicen, sí porque esos son unos incircuncisos de corazón”, señaló Sokoluk.

“Pero, el libro de Jonás nos va a modificar esa manera de pensar, porque ya en el libro de Jeremías, Dios le va a aclarar y le va a decir a Jeremías, “yo soy el Señor, el Dios de toda la humanidad””, explicó el pastor.

“O sea -resaltó- Dios no es Dios solamente de algunos, sino que es Dios de toda la humanidad”.

Dios ama a todo el mundo, no solamente a los cristianos

El pastor Sokoluk explicó que en el libro de Jonás “vamos a descubrir que el pueblo de Nínive se había alejado de la ley de Dios y por lo tanto Dios en su justicia le comunica que viene una inminente destrucción. Y en eso está incluido la situación de todos los seres humanos, y por eso dice “por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios, el alma que pecare esa se morirá””.

Relató que “entonces Jonás tuvo la responsabilidad de llevar el mensaje a Nínive anunciándoles que debido a sus pecados serían destruidos, pero vamos a descubrir que no es el deseo de anunciarles solo que van a ser destruidos sino que es darle la oportunidad para que se arrepientan”

“Y eso nos deja claro -agregó- que Dios ama tanto  a los judíos como a los gentiles. No es que Dios con esto sí y con esto no, esto nos muestra que ama tanto a la iglesia, a los santos evangélicos, como también ama al mundo, porque dice la Biblia de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito”.

“Ahora, Dios siempre mostró también a través de la Biblia que hay una manera en que el hombre puede evitar eludir ser salvo de ese castigo, como hicieron los habitantes de Nínive, que se arrepintieron de sus pecados”, indicó el pastor.

Dios siempre perdonó pecados

El pastor Sokoluk enseñó que “lo que la Biblia habla es que Dios estableció una manera en que a pesar de nuestro fracaso, Dios va a proveer un camino para que seamos salvos y de esa manera ser libres del castigo del pecado”.

“Y acá vamos a ver una vez más que se va a confirmar esta verdad, porque cuando uno piensa cómo es que somos libres del pecado y del castigo del pecado, y vamos al nuevo testamento, en primera de Juan capítulo 1 hay un versículo muy conocido que dice que si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”, enfatizó.

“Ahora, si uno mira en el antiguo testamento –añadió-, va a encontrar que la receta es la misma: en Proverbio 28:13 dice que el que encubre sus pecados no prospera, el que los confiesa y se aparta de ellos alcanza misericordia de Dios. Eso significa que tanto para el Nuevo como para el Antiguo Testamento, la receta es la misma. Salmo 32,5 va a indicar que te confesé mi pecado, no oculté mi maldad, me dije confesaré al Señor mis rebeldías y tú perdonaste la maldad de mi pecado”.

Seremos instrumentos de Dios en “Hasta lo Último de mi Tierra”

El pastor Carlos Sokoluk, enfatizó que “Dios no es Dios solamente de algunos, sino que es Dios de toda la humanidad. Y eso nos deja claro que Dios ama tanto a la iglesia, a los santos evangélicos, como también ama al mundo”.

“Entonces -inidicó-, notemos que Dios va a hacer todo lo que sea necesario para que las personas puedan saber la verdad de que Dios quiere que sean salvados de la condenación, de la destrucción. Eso nos da una reflexión de que nos toca a nosotros, está en nuestras manos que Dios pueda hacer lo que Él quiere hacer con la gente de nuestra ciudad”.

“En pocos días vas a estar metido en HASTA LO ÚLTIMO DE MI TIERRA, vas a ir a un barrio y vas a ser un instrumento en la mano de Dios, porque Dios quiere tener misericordia. Vas a ser la persona que Dios quiere usar para que la gente se encuentre con Dios y que sea salva”, resaltó finalmente el pastor Carlos Sokoluk. Se refirió así al plan evangelístico que el Feliz Encuentro llevará adelante entre el 23 y 27 de julio próximo, en 18 barrios de Posadas, Garupá y Virasoro (Corrientes).