Enzo Millán: “La fortaleza de Amistad con Dios es la sensibilidad y el fuego del ES”

Cumplió junto a su esposa Nancy dos años pastoreando la congregación de casi 100 personas en el barrio Fátima. Anteriormente, desarrollaban su ministerio en una iglesia naciente en Itaembé Miní. Su visión principal es vivir un Jesús como centro y con enfoque hacia la gente de afuera. Manifestaron que este 2025 es un año de conquista y multiplicación.

Por Isaías Esquenazi

Enzo y Nancy Millán son pastores de la iglesia Amistad con Dios del barrio Fátima de Garupá. Se casaron a mediados de 2017 y hoy son padres de Zoe (4 años) y Santino (7 meses). A meses de haber cumplido dos años liderando la congregación de casi 100 personas, celebran un tiempo de “conquista, cosecha y multiplicación”. Con un enfoque discipular basado en grupos pequeños y salidas evangelísticas, la iglesia es caracterizada por la “sensibilidad y el fuego del Espíritu Santo”.

Primera experiencia en Belén 

Enzo culminó sus estudios del programa de entrenamiento ministerial Comisión del Maestro en 2016. Un año antes había iniciado la obra de plantación de una iglesia en el barrio Belén de Itaembé Miní. “Allí cumplí con el proceso formal de iniciación, es decir el recorrido por la zona, la visita casa por casa y la agenda de primeros contactos para luego comenzar con las células”, contó el pastor a Diario Encuentro. Tras 6 años de inversión, se concretó la apertura de la iglesia “Nuevo Comienzo” en dicho barrio.

El compromiso matrimonial llegó en 2017 y Nancy se añadió a la tarea que Enzo realizaba en el lugar. “Juntos realizamos módulos del programa de Plantación de Iglesias, que nos ayudó en la estructuración, organización de cultos, administración financiera, armado de equipos de servicio y de enseñanza”, destacó el pastor. A su vez, ambos formaban parte del equipo pastoral de Comisión del Maestro, en el que acompañaban, enseñaban y velaban por el bienestar de los estudiantes.

Proceso de transición

“El Señor comenzó a tratar con nosotros respecto a dejar uno de los dos pastorados que ejercíamos. Un día de camino en el barrio, Dios me habló con voz audible y me dijo: Hasta acá con el barrio Belén”, relató Enzo. Y añadió: “Me conmovió y fui rápidamente a avisarle a Nancy. Fuimos a casa, oramos, lloramos y le entregamos al Señor nuestra tarea allí”.

Dos semanas más tarde, Carlos Sokoluk, pastor del Feliz Encuentro y líder a nivel nacional del programa de Plantación de Iglesias de la UAD, citó al matrimonio a una reunión sin saber nada de lo que ellos estaban viviendo. “Él nos dijo: El Señor puso en nuestro corazón que ustedes suplan un lugar que queda vacante en Amistad con Dios. Quedamos perplejos…”, expresó Millán.

Paralelamente, en barrio Belén se había realizado un bautismo del que participó una chica que los pastores aseguraban que no era del barrio, pero desconocían su lugar de residencia. “Nos enteramos que vivía atrás de la iglesia Amistad con Dios. Y fue a través de su vida que el Señor nos confirmó que éste era el lugar donde debíamos continuar con el pastorado”, manifestó Enzo.

Inicios en Amistad con Dios

La llegada del matrimonio pastoral a la iglesia Amistad con Dios se dio a finales de 2022 y principios de 2023. “Vinimos con el mismo ritmo que teníamos en Belén. Evangelismo, discipulado codo a codo con la gente y un pastorado relacional. La visión es vivir un Jesús como centro y con enfoque hacia la gente de afuera”, apuntó Millán. Y agregó: “Fuimos bien recibidos por las familias”.

“Sabíamos que la fortaleza de Amistad con Dios es la sensibilidad y el fuego del Espíritu Santo. Es una iglesia muy movilizada hacia la gente de afuera.”

La iglesia hoy

Participan activamente de la congregación alrededor de 100 personas, entre ellos 15 niños y 20 jóvenes aproximadamente. Gran parte del discipulado se desarrolla en grupos celulares, y a través de cuatro campañas evangelísticas al año. 

Los jueves a las 20 se realiza altar de oración, los viernes a las 20 academia de vida, los sábados a las 16:30 escuela bíblica para pre adolescentes, a las 20 el culto de jóvenes, y los domingos escuela bíblica para niños y culto general a las 19.

“Estamos viviendo un año de conquista. Dios está trayendo gente nueva de manera sorprendente. Es un tiempo de cosecha y multiplicación”, enfatizó el pastor. Y concluyó: “Con Nancy nos sentimos privilegiados de servir al Señor en este lugar y con esta gran familia. Amamos esta iglesia, nuestro corazón está acá”.