Imitemos a Jesús, obedeciendo al Padre y llenándonos del Espíritu Santo

PARA PODER CUMPLIR EL PROPÓSITO DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS

El pastor Zebadías convocó a la iglesia a hacer un cambio ¿Y en qué consiste ese cambio? En subir un escalón en la vida espiritual para ingresar en el propósito de Dios. Pero, para hacerlo, hay que imitar a Jesús en cómo obedeció al Padre, y en su llenura del Espíritu Santo. Explicó que Jesús tuvo una naturaleza humana y por lo tanto, “no gozó de ventajas sobre nosotros”, en su condición de hombre viviendo en la tierra. “La única diferencia entre Jesús y nosotros es que él no pecó”, subrayó. “Y el secreto de por qué lo logró (vencer las tentaciones y no pecar) fue porque obedeció la voluntad de Dios y tuvo la llenura del Espíritu Santo”, dos condiciones que todas las personas pueden alcanzar en su vida.

El pastor Zebadías Escobar lanzó un gran desafío a los fieles de Feliz Encuentro.

“Llegó la hora de hacer cambios, llegó la hora de no quedarme en el escalón conocido, sino subir a una vida donde ser lleno del Espíritu Santo es normal”, convocó.

“Y si Jesús -añadió- fue lleno del Espíritu Santo de Dios, nosotros tenemos que aprender a vivir llenos del Espíritu Santo de Dios”.

Aseguró que “no tengo otra forma de subir un nivel espiritual, al menos que yo practique, anhele, busque, me disponga a llenarme del Espíritu de Dios”.

“Y vos y yo tenemos que aprender a sumergirnos en la realidad de Dios, en la realidad de su espíritu, obrando en mi vida llenando mis pensamientos, llenando mis emociones, llenando mi realidad y yo disfrutando de sumergirme en él”, enfatizó

Dios tiene un propósito en la vida de cada uno

El pastor preguntó: “¿Es una convicción genuina, real en tu vida, que vos estás en la tierra con una finalidad, y no porque el aire es gratis y que porque todos viven vos vivís, sino porque Dios tiene un propósito con tu vida en esta tierra?”.

A los que creen que deben cumplir con ese fin establecido desde la creación, les indicó que “llegó la hora del cambio, como Jesús también tuvo que cambiar” cuando inició su ministerio; destacó que “el desafío es subir el escalón para cumplir con ese propósito, y la única manera de hacerlo es vivir imitando a Jesús, es abrazar la vida de Jesús y practicarla”, tras lo cual resaltó que el Señor, a su vez, mientras vivió en la tierra como hombre “practicó la obediencia absoluta a lo que el Padre le pidió, a lo que el Padre le estableció”.

El pastor Zebadías Escobar dijo que quienes están convencidos de que tienen que vivir para cumplir con el propósito de Dios en sus vidas, deben experimentar un cambio similar al que tuvo que realizar Jesús cuando “dejó de ser el carpintero y pasó a ser notorio como hijo de Dios”

“La vida –añadió- que Dios nos dio como herencia, es la de Jesús, y debemos aprender a imitarla como estilo de vida”.

El pastor señaló en su prédica del 9 de marzo que “no sabemos qué hizo Jesús hasta los 30 años”, salvo “los pedazos que tenemos de su niñez y su ministerio”, y remarcó que “vamos a observar un momento en su historia, cuando todo cambió y nunca más volvió a ser el mismo, y que fue cuando se produjo el surgimiento suyo al propósito”.

En ese punto, Zebadías explicó el pasaje de Lucas 4:1-13 que narra cuando Jesús, -después de haber sido bautizado en el río Jordán, ocasión en que descendió el Espíritu Santo sobre él, “en forma corporal, como paloma”-, fue llevado por el Espíritu al desierto, donde estuvo 40 días y soportó las tentaciones del diablo en varias ocasiones, consistentes en desafíos que el mesías confrontó con citas bíblicas y, por supuesto, no cayó en ninguna.

Jesús hombre no tuvo ventajas sobre nosotros

“Nosotros tenemos una idea, y esto es fundamental captarlo, que por tendencia pensamos que Jesús tuvo ventaja sobre nosotros en su vida humana, y caemos en una idea que la Biblia desmiente totalmente que él tuvo ventaja sobre nuestras vidas”, explicó el pastor.

Aseguró que mientras vivió en la tierra como ser humano, “él tuvo igualdad de condiciones a vos y a mí, en todo sentido, para hacer la voluntad de Dios aquí en la tierra, para cumplir el propósito por el cual él caminó en medio nuestro”.

Además, destacó que las tentaciones que Jesús enfrentó en el desierto durante los 40 días, “nos muestran que tenía una naturaleza humana”, tal como indica la Biblia en Filipenses 2:5-7 (“Cristo Jesús, quien siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo y tomó forma de siervo y se hizo semejante a los hombres”).

La diferencia es que él no pecó

Zebadías resaltó que la diferencia “entre Jesús y nosotros es que él no pecó”.

“Pero –agregó- en todo el resto él es igual en condiciones, igual en semejanza a vos y a mí ¿Y esto qué quiere decir? Que Jesús aprendió la vida del hijo de Dios y la modeló para que nosotros la imitemos, y el secreto de por qué él lo logró es porque obedeció a la voluntad del Padre. El practicó la obediencia absoluta a lo que el Padre le pidió, a lo que el Padre le estableció”.

“Y eso quiere decir que vos y yo en la medida que comprendemos que si él lo hizo y yo estoy dispuesto a hacer la voluntad del padre, yo puedo subir un escalón y cumplir el propósito por el cual fui creado”, acentuó el pastor Zebadías Escobar.

EDICIÓN DE VIDEOS y REEL’S: David Arzamendia