“La crucifixión es del pasado, y la resurrección el futuro que aún no conocemos”

El pastor Sokoluk explicó que la crucifixión de Cristo “tiene que ver con un hecho que ocurrió en el pasado y que conocemos muy bien”. Pero, en cambio, “la resurrección tiene que ver con el futuro que no conocemos, pero es trascendente, y por eso es indispensable poder visualizarlo, porque va a condicionar mi presente”. Y ese futuro se refiere a la resurrección de los cristianos y a una vida eterna junto a Cristo, que nos obliga a cuidar nuestra salvación “con temor y temblor”. El pastor Sokoluk resaltó que el apóstol Juan fue el único que “tuvo la oportunidad de ver alguito de lo que va a ser ese futuro de gloria que nos está esperando”.

El pastor Carlos Sokoluk del Templo Feliz Encuentro al hablar del significado de Semana Santa, y principalmente del viernes y del domingo de Pascua, resaltó que la crucifixión y muerte de Cristo en la Cruz del Calvario hace más de 2.000 años, pertenece al pasado.

Podés ver y escuchar aquí, en este video, la prédica del pastor Carlos Sokoluk, del domingo 20 de abril, sobre la Pascua de Resurrección.

“Todo lo que tiene que ver con el sacrificio de Cristo, con el sufrimiento, con la crucifixión, se encuentra en el pasado”, explicó.

En cambio, “la resurrección tiene que ver con el futuro”, sostuvo, tras lo cual consideró que “si es difícil imaginarse el pasado que conocemos o revivir la emoción del pasado que conocemos, es más difícil todavía proyectarnos al futuro que no conocemos”.

“Pero es trascendente -agregó-, es indispensable poder visualizar el futuro porque ese futuro va a condicionar mi presente”.

¿Y por qué ese futuro condiciona nuestro presente?

El pastor Sokoluk pidió al Espíritu Santo que nos de “un acto de revelación para cuidar nuestra salvación, es decir, como dice el apóstol Pablo, que nos ocupemos de nuestra salvación con temor y temblor (Filipenses 2:12)”.

Precisamente, nuestra salvación, esa vida gloriosa que vamos a tener “cuando resucitemos en la resurrección de Jesucristo”, está en el futuro, pero condiciona el presente, porque hoy, mientras vivimos, tenemos que cuidarla.

“Es tan grande lo que te espera, es tan maravilloso, que si hay cosas que hay que arreglar, si hay cosas que poner en orden, tenemos que hacerlo, porque no nos podemos perder”, resaltó el pastor, y para reafirmar esa necesidad en nuestras vidas, volvió a mencionar a Pablo, quien se pregunta en Hebreo 2:3: “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?”.

Juan nos muestra parte de esa dimensión que no conocemos

El pastor Sokoluk destacó que el apóstol Juan tuvo la posibilidad de haber estado en las dos realidades: en la crucifixión y resurrección, y en cómo será la vida en la eternidad después de la resurrección que van a experimentar “los que hemos aceptado a Cristo”.

Para analizar esa dimensión totalmente diferente e inmensamente superior, nada mejor que leer Apocalipsis, el último libro de la Biblia cuyo contenido le fue revelado a Juan por el Espíritu Santo. Y fue lo que hizo el pastor en su prédica, al repasar en el capítulo 1, los versículos del 12 al 19.

Estamos condicionados por el futuro

“Es bueno recordar lo que ocurrió en el pasado, por supuesto, porque nos pone en posición, pero la vida cristiana, nuestra experiencia como hijos de Dios, nuestras decisiones, no están condicionadas por el pasado sino que están condicionadas por el futuro, por lo que nos está reservado, por lo que vamos a vivir en la eternidad”, destacó el pastor Sokoluk.

“‘Y la resurrección -agregó- es justamente eso, me da la posibilidad de saber qué hay del otro lado. Todos sabemos lo que hay de la muerte para atrás, de la vida más o menos sabemos todo lo que hay que saber, pero la resurrección de Cristo nos posiciona del otro lado, o sea en el lugar a donde todavía no llegamos, pero que esperamos llegar”.

El pastor Sokoluk aseguró que “hay una gloria que te está esperando, hay una gloria que nos está esperando, y Juan tuvo la oportunidad de ver alguito de lo que va a ser eso” y pidió al Espíritu Santo que “nos revele algo. Nuestra mente no lo puede procesar, pero el Espíritu puede traernos esa revelación”.

Abre nuestros ojos espirituales

Tras concluir la prédica, el pastor Carlos Sokoluk oró para que el Espíritu Santo “nos abra nuestros ojos espirituales”, para poder ver en el espíritu ese futuro de gloria que vamos a vivir con Jesucristo en la eternidad.

“Señor cuando vos resucitaste, entraste en una dimensión donde vas a ser lo más importante del universo. Ante ti toda rodilla se doblará y todos van a confesar que eres el Señor, que eres el dueño, que eres el amo de todo el universo. Bendito Señor. También nosotros cuando resucitemos tendremos una gloria y una riqueza que nunca nos imaginamos.

Padre querido yo te ruego, te ruego, te ruego que te rebeles. Abre nuestros ojos espirituales. Abre señor nuestra capacidad de la revelación, para que nuestro presente sea modificado, para que nuestro presente sea transformado, en virtud de la esperanza, en virtud de lo que significa la resurrección”.