“En Comisión potenciás tu liderazgo, servicio y aprendés a vivir la Palabra de Dios”

La vida de la joven apostoleña Luciana Pérez se vio alterada a causa de una enfermedad crónica. Este año, culminó sus estudios ministeriales en Comisión del Maestro. Las experiencias en comunidad la llevaron a crecer y sobreponerse a distintas situaciones. En un futuro apunta a misionar a un país que prohíbe la práctica del cristianismo de manera púbica. 

Por Isaías Esquenazi

Luciana Piriz, de 27 años, nació en Apóstoles y vive actualmente en Garupá. Cuando tenía 11 años fue diagnosticada con una enfermedad crónica y se vio obligada a mudarse a la ciudad de Posadas para realizar tratamientos médicos. A los 19, conoció a Cristo mediante una amiga y luego emprendió viaje hacia Buenos Aires. 

Los propósitos divinos la volvieron a traer a la tierra colorada nuevamente por cuestiones de salud. Fue allí donde escuchó hablar sobre Comisión del Maestro (CDM) y su vida cambió radicalmente. Hoy, a semanas de haberse graduado del programa intensivo de entrenamiento ministerial, comparte su testimonio sobre experiencias familiares, desafíos en los cambios de rutina, crecimiento en un ambiente de comunidad y sus planes a futuro.

Infancia y conversión

Luciana nació y creció en un hogar funcional con tres hermanos, pero sus padres se separaron cuando tenía 4 o 5 años. “Mi familia se destruyó y años después me enteré que el apellido que llevo no era el de mi padre natural. Fue todo un proceso volver a confiar en mi mamá y en todo lo que venía por delante”, comentó en una entrevista exclusiva con Diario Encuentro.

Desde aquel entonces, su familia tuvo distintas experiencias con Dios pero es ella la única que se congrega y sirve activamente en el cuerpo de Cristo.

“Muchas cosas pasaban en casa, yo ya no podía más. Era una adolescente lastimada por el tema paternal. Y fue ahí cuando mi amiga me invitó a su célula”, señaló Piriz. Y añadió: “Me gustó el ambiente y el domingo fui a su iglesia. Ese fin de semana acepté a Jesús y al mes ya estaba bautizada. Fue una decisión muy radical”.

La Luciana de 19 años no entendía muchas cosas que en ese momento se decían, pero estaba segura de que quería estar más cerca de Jesús. “En Él encontré algo que nunca nadie me había dado”, destacó.

Vida en Buenos Aires y vuelta a Posadas

Luego de transitar sus primeros pasos en el Señor, partió rumbo a Buenos Aires para continuar su futuro en la Capital del país. “Todo mi crecimiento espiritual fue allá. Yo servía con pre-adolescentes en una iglesia llamada El Rey Jesús, trabajaba, vivía sola y estudiaba Licenciatura en Trabajo Social”, manifestó.

Y fue a los 25 años, específicamente en mayo de 2022, que volvió a Posadas para ser nuevamente intervenida en una operación. “Estuve 7 años en Buenos Aires y sabía que el cambio iba a ser difícil. Por eso necesité de familia y amigos que me apoyaran”, relató la apostoleña.

En principio, la idea de Luciana era permanecer en Posadas por unos meses y luego volver a la gran ciudad y continuar con su vida normal. Pero Dios tenía otros planes. “Una vez que me operé conocí a quienes se convertirían en mis pastores, Martin Servian y Sara Altamirano. No conocía nada nada sobre plantación de iglesias, fue todo un desafío involucrarme en un nuevo ambiente y cultura”, señaló Piriz.

Campa “Aviva Tu Fuego”

Fue allí, luego de una operación satisfactoria, que Luciana comenzó su etapa de adaptación a la iglesia, el barrio y el servicio. La invitación a participar del Campamento Aviva Tu Fuego que organiza CDM no tardó en llegar, y la joven aceptó. “Ahí Dios tocó mi corazón y entendí que Él me llamaba a otra cosa. Yo quería volver a mi lugar seguro donde vive mucha gente que amo, por lo que fue difícil tomar la decisión de quedarme”, explicó Piriz.

En dicho proceso, los pastores Servian y Altamirano cumplieron un rol fundamental de guía, acompañamiento y consejería para con la joven. “Ellos me hablaron de Comisión y me dijeron: Queremos lo mejor para vos y sabemos que este lugar te va a impulsar, pero es tu decisión”, contó la apostoleña.

“En el Campa Aviva Tu Fuego sentí dolor, porque la muerte trae dolor. Morí a mí misma, a mis deseos y planes. Pero a la vez sentí alegría y paz por encontrar algo en lo que Dios quería que tenga”, expresó la joven. Fue en noviembre de 2022 que Luciana participó de la Experiencia Comisión, donde Dios le confirmó su ingreso a la casa de estudios. A principios de 2023, inició su ciclo de formación.

Comisión del Maestro

“Mi primer año fue hermoso pero desafiante a la vez. Me estiró y me ayudó a crecer en varias cosas que no estaban bien en mí, principalmente en mis emociones e identidad como hija y sierva”, expuso Piriz. Además, ese año Dios afirmó en ella el llamado al pastorado, momento quiebre en su vida, ya que considera que “siempre estuvo acostumbrada a estar detrás de escena”.

En el segundo año quedó a cargo de una iglesia en Barrio Belén, Garupá. Fue allí donde tuvo su primera experiencia liderando una congregación.

“Lo más lindo de CDM es la gente, las personas que te rodean. Dos años conviviendo con una persona a tiempo completo te convierte en familia”, resaltó Luciana. Y agregó: “Destaco el sentido de pertenencia, de familia y comunidad”. Así también, subrayó el rol de contención y cuidado que cumplen los pastores, mentores y líderes del programa. “En un lugar de desafíos, crecimiento y pulición no podes ser un llanero solitario. Para llegar lejos, necesitas gente que te apoye y empuje constantemente”, enfatizó.

Respecto a quién recomendaría ingresar al programa de entrenamiento ministerial, fue clara: “Comisión es el lugar ideal para personas que quieran aprender a vivir en comunidad y crecer de manera integral en una vida de sujeción. Existe para potenciar tu liderazgo, tu servicio y ayudarte a vivir una vida conforme a la Palabra de Dios”, apuntó.

Cabe recordar que Comisión del Maestro es un programa de entrenamiento ministerial con sede en un lugar denominado La Casa del Encuentro, en Garupá, Misiones.

Tiene una duración de dos años y su desarrollo es a tiempo completo. Su visión es formar nuevos líderes llenos del Espíritu Santo y con pasión por la obra de Dios. Su objetivo, abrir la mayor cantidad de iglesias posibles en nuestra nación.

La escuela enfoca su conocimiento y práctica en el discipulado relacional, la unidad y el trabajo en equipo, la disciplina y el carácter personal, el desarrollo de dones, intimidad, lealtad y compromiso, el evangelio de Cristo, el amor a Dios y al prójimo y las bases para la plantación y el crecimiento de una iglesia.

Actualmente, sus directores ministeriales son Zebadías y Florencia Escobar; sus directores ejecutivos, Carlos y Cristel Sokoluk; y sus líderes Rocío Lagraba y Aurora Duarte.

Planes a futuro

Luciana prepara un 2025 con la mente enfocada en su trabajo y servicio en Garupá, tanto en la iglesia como en Comisión. Al mismo tiempo, buscará encaminar todo lo que tenga que ver con su llamado misionero. ¿Cuál es? Nada más y nada menos que aquellos países que prohíben la práctica y difusión del evangelio públicamente. Entre ellos, Corea del Norte.

“Se me están abriendo puertas respecto a eso. Ahora no tengo muchas certezas porque está en trámite, pero sí debo enfocarme en crecer de alguna manera, sea en conocimiento, idioma o cultura”, concluyó la joven.