Una persona adicta va “al psicólogo, al psiquiatra, al médico, pero todos los intentos fracasaron. Sin embargo, un día viene a la iglesia, se convierte a Cristo y nadie le habla de nada, sino que cuando acepta al Señor ¿qué pasa? Deja el alcohol, deja las drogas. Cambia su vida, y si era mujeriego ahora es fiel, si era jugador, deja de ser jugador. ¿Por qué? Porque es el Espíritu quien transforma la vida de las personas”, resaltó el pastor al explicar lo que significa entrar en la dimensión donde tenemos que dejar de ser consumidores y pasar a ser protagonistas de nuestra vida espiritual y depender totalmente del Espíritu Santo.
El pastor Carlos Sokoluk dijo que “Dios está queriendo estirarnos hacia arriba, no se trata de ideas humanas, se trata de la manifestación de Dios a través de tu vida, para resolver ese problema en la familia, para resolver ese problemas con los hijos, con los padres, con el trabajo, en el ministerio, en la célula. Necesitamos buscar que el Espíritu de Dios se manifieste”.
“ ¿Por qué?”, se preguntó, y respondió con énfasis: “Porque es el Espíritu el que transforma nuestras vidas y la vida de las personas”, y agregó que “necesitamos que el Espíritu Santo se manifieste, porque es quien trae las respuestas”.
Pero, para que el Espíritu Santo se manifieste con todo su poder en la vida de cada persona, “Dios nos va a decir que tenemos que estar allí, tenemos que ir a orar y a buscar”, señaló Sokoluk, y añadió que “tenemos días para decir ‘Señor, yo quiero más de eso sobrenatural, quiero más, quiero subir de nivel, quiero caminar en la ruta de lo sobrenatural’”.
Un parangón con los discípulos de Cristo
El pastor Sokoluk hizo un parangón entre la actitud que deben asumir hoy día los cristianos para pasar de consumidores a protagonistas, con lo que tuvieron que hacer los discípulos de Cristo para subir un escalón, cambiar de nivel y empezar a ser protagonistas, a encargarse de todo lo que él hacía mientras estaba con ellos en la tierra.
“Después de su muerte, Jesús resucitó y se les presentó vivo y, con muchas pruebas que no admiten dudas, se les apareció durante 40 días y les habló acerca del reino de Dios”, explicó el pastor, tal como dice la Biblia.
Señaló que “mientras Jesús estuvo con ellos tres años, él hacía todo, les enseñaba, sanaba, liberaba, resucitaba, hacía milagros y le tocaba a ellos algunas tareas complementarias, y cuando no podían resolverlas, ahí estaba Jesús para traer la solución, como ser en la tormenta en el lago, el joven endemoniado, la multitud con hambre, los problemas con los fariseos, el caso del impuesto”, etcétera.
Pero Jesús quería que ellos hicieran todo lo que él hacía, para pasar así de ser “consumidores a ser protagonistas, en un nuevo nivel de dependencia al Espíritu Santo”, que es lo que también desea hoy que hagan los cristianos.
En tal sentido, antes de su ascensión, el Señor les mandó que no se fueran de Jerusalén, tal como está relatado en Hechos 1:1-8, sino que les dijo que esperaran “la promesa del Padre, la cual ustedes oyeron de mí. Como saben, Juan bautizó con agua, pero dentro de algunos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. Y también les indicó que cuando viniera sobre ellos el Espíritu Santo “recibirán poder y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Por eso, el pastor exhortó a “orar y a buscar que el Espíritu de Dios se manifieste en cada uno”, y dijo que no se trata del “reino físico, material, sino que es el reino espiritual”, y que el Espíritu Santo “en nuestra vida es lo que trae solución a las personas”.

“Usted y yo necesitamos ser renovados, llenados, inmersos y conscientes de que necesitamos, lo que la gente necesita, lo que le tenemos que dar, pero no es lo social, no es lo material, la gente necesita los sobrenatural de Dios”, resaltó el pastor Carlos Sokoluk.
EDICIÓN DE VIDEOS y REEL’S: David Arzamendia